El fuego ha consumido no solo viviendas sino espacios de gran valor històrico en la ciudad, el historiador Alfonso Uribe rememora hechos recientes, donde el fuego ocasionado en muchos de los casos por indigentes que utilizan estos lugares en abandono como refugio, ha ido consumiendo la historia sin intervención de las autoridades para atender el problema social que lleva a la pérdida del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Así mismo, el edificio Yberri que albergara el bar Barracuda en sus últimos años, sufrió la pérdida del techo por un incendio provocado en una palapa vecina.
El único edificio que logró sobrevivir al impacto del fuego fue la antigua cárcel de la calle 15, el incendio provocado por un motín fuera de control y que dejó varias víctimas en mayo de 1982, fuego organizado por los mismos internos, pero al ser un edificio en uso fue rehabilitado y funcionó como penitenciaría hasta 1997 sin embargo los años no han pasado en balde y requiere de una intervención importante.