Acapulco estaba en riesgo desde antes del paso del Huracán Otis. Su Atlas Municipal de Riesgo fue actualizado en 2021 y establecía cero posibilidad de que ocurrieran huracanes con categoría 3, 4 ó 5 en el corto plazo.
Ante esta estimación, el gobierno municipal no estaba preparado para enfrentar a Otis ni a cualquier otro fenómeno hidrometereológico de gran magnitud. (ver Atlas e Riesgo de Acapulco https://rmgir.proyectomesoamerica.org/AtlasMunPDF/2021/12001_ACAPULCO_2021.pdf)
El propio Centro Nacional de Prevención de Desastres considera que Acapulco enfrenta un nivel de bajo riesgo ante ciclones tropicales, de acuerdo con la monografía ""Información básica de peligros naturales a nivel municipal", publicado en el año 2021. (ver aquí http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/InformacionBasicaMunicipal/Guerrero/12001.pdf)
El atlas acapulqueño reconoce que 57 por ciento de sus 800 mil habitantes vive en condiciones de pobreza.
Una de cada cinco personas que vive en Acapulco ya enfrentaba pobreza extrema, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).
Antes de Otis, 61 por ciento de hogares en Acapulco no contaba con agua entubada, 38 por ciento de las viviendas no tenía drenaje y tres por ciento carecía de energía eléctrica.
Acapulco es uno de los cuatro municipios, de los 81 que tiene el Estado de Guerrero, que cuentan con un atlas de riesgos; el municipio de Benito Juárez tiene el atlas más reciente, actualizado este mismo año 2023.
En tanto, Coyuca de Benítez, el segundo municipio más afectado por Otis, no tiene atlas de riesgos.