Sin medir las consecuencias, sin ver más allá de lo que pueda pasar en sus vidas, aquellos hombres y mujeres, padres y madres de familia se internan en el negocio del narcomenudeo sin pensar en sus hijos, en muchas ocasiones la justificación es "por llevar más dinero a casa, dinero fácil" que cobra una factura muy dura para los pequeños.
En Guaymas se han detectado al menos 6 casos de niños que son hijos de personas quienes fueron ejecutadas, "que sufren a causa de lo sucedido, que son afectados por el bullying de sus compañeros quienes les refieren que a sus padres los mataron" indican coordinadores de USAER quienes ven estos casos de manera directa.
El manejo de las emociones con estos pequeños es un tema fuerte y a lo que hoy en día se enfrentan los maestros y directivos de instituciones educativas.