La violencia escolar dentro de los planteles educativos se ha reducido en un 30 por ciento, como resultado de la puesta en marcha hace cuatro años del Programa Nacional de Convivencia Escolar, de cada diez docentes consideraron que actualmente la convivencia entre los alumnos es armónica y que las agresiones intraescolares se han reducido.
Además los estudiantes asumen una responsabilidad, aprenden una lección, piden la intervención de un adulto y reconocen el error cuando realizan un acto violento, pues saben que sus compañeros forman parte de su vida y la escuela es su segunda casa por lo que debe imperar la paz y la buena convivencia, libre de violencia entre ellos.