El impacto por plásticos en el fondo del mar afecta de manera importante la alimentación de las especies marinas como las tortugas, donde el 35% de ellas se alimentan por pequeñas partículas de plástico como bolsas y otros tipos de desperdicios, haciendo que su desarrollo no llegue a término o morir de forma repentina a una edad muy joven, esto también impacta en la reproducción generando daños en los nidos, como por ejemplo que las tortugas en su anidación y eclosión estén envueltos en plásticos por la grande cantidad que se encuentra en la orilla del mar.
Cada año, llegan al mar entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico a un ritmo de 200 kilos por segundo. Según los expertos, de seguir así, en el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar, lo que puede provocar la muerte por ahogo, bloqueo de las vías intestinales y respiratorias o por alteración de los sistemas inmunológico y endocrino de miles de especies animales.
Por este motivo, es común encontrar cadáveres de tortugas flotando en medio del océano con el estómago lleno de estos polímeros de carbono, hidrógeno y oxígeno con los que fabricamos ropa impermeable, objetos flexibles y todo tipo de productos de cosmética, entre muchos otros.