Isael Atondo, ejemplo de resiliencia ante lo adverso

La discapacidad no siempre es congénita, se estima que en México, cada día son hospitalizados 1 700 personas con lesiones severas y más de 100 enfrentan discapacidad permanente por la misma causa.

Isael era estudiante universitario, soñaba con culminar su carrera, ser independiente, tener su propio hogar pero un accidente le cambió la vida, fueron años de esfuerzo trabajando en sí mismo para aceptar su nueva realidad.

"Choque con algunos carros y finalmente con un árbol, tuve una lesión medular a nivel del cuello y del pecho hacía abajo no tengo ninguna sensación e mi cuerpo ni puedo moverlo, me tomó varios años asimilar la situación y procesarlo para tener una vida aparentemente normal".

Uno de sus vecinos le propuso estudiar en línea. si bien su escuela no ofrecía la carrera en su totalidad de manera virtual hicieron una excepción, todos sus maestros tuvieron la apertura de brindar clases y asesorías en línea, eso lo motivó para lograr que su vida suspendida finalmente tuviera un avance, convirtiéndose en ingeniero en software.

"Estoy agradecido con mis maestros porque siempre tuvieron la disposición para que yo pudiera llevar mis estudios en casa, me llamaban o hacía la calse con videoconferencia para que yo pudiera estar presente, ahí conocí a muchos compañeros que me facilitaron mucho las cosas, venían a hacer trabajos de equipo hasta mi casa y aunque eran más jóvenes que yo me enseñaron mucho".

Esto lo llevó a los 35 años a tener su primer trabajo formal y oficialmente poner ese granito de arena para su país como lo deseaba.

"Estoy trabajando ahora, es una nueva etapa para mi pero es muy satisfactorio, estoy en soporte técnico para restauranteros que manejan su sistema por computadora"

Con los años Isael aprendió que su cuerpo solo era un envase y que lo importante es la inteligencia, la energía, la fortaleza que se lleva por dentro y que el ir para adelante no solo depende de los pies, sin embargo, espera que su caso pueda inspirar a otros jóvenes a ser más conscientes y responsables de su vida y saber que no se tiene definido el futuro.

"No se si suene como cantaleta pero les digo a los jovenes, sean más sanos, tomen decisiones más sensatas y si les toca estar alguna vez en una situación como esta que les cambie su vida, aprendan de ella".