Junta militar de Birmania pide ayuda internacional tras terremoto
Este viernes, la junta militar de Birmania emitió una llamada a la ayuda internacional tras un terremoto de magnitud 7.7 que afectó principalmente a la zona centro-norte del país, provocando graves daños en diversas regiones.
El sismo ha dejado un saldo de 200 muertos y 730 heridos según el último reporte oficial, aunque organizaciones internacionales temen que la cifra de víctimas sea aún mayor.
El terremoto ocurrió a las 12:50 hora local (23:50 del jueves, tiempo de México) a una profundidad de 10 kilómetros en la región de Sagaing, con el epicentro ubicado a unos 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania, que cuenta con 1.2 millones de habitantes.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha emitido una alerta naranja debido a las muertes y pérdidas económicas relacionadas con el temblor, advirtiendo que el impacto podría ser significativo en todo el país.
El jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, informó en redes sociales que los equipos de crisis de la agencia ya se encuentran respondiendo rápidamente ante el desastre. Mientras tanto, organizaciones como World Vision y Christian Aid se están movilizando para brindar apoyo a los afectados.
En las ciudades más afectadas, como Naypyidó y Mandalay, los testigos han reportado graves daños en los edificios. En Mandalay, un monasterio se derrumbó con 20 niños atrapados dentro, mientras que en Sagaing, un puente vital colapsó, lo que ha complicado aún más las labores de rescate. Además, algunas de las zonas más afectadas han quedado sin electricidad.
El Comité de Gestión de Desastres de Birmania no ha proporcionado detalles completos sobre los daños ni una cifra final de víctimas. Las autoridades han declarado el estado de emergencia en seis zonas del país: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago.
Las fuerzas armadas, que gobiernan el país desde el golpe de estado de 2021, se han comprometido a gestionar la crisis, pero las dificultades logísticas en algunas áreas están dificultando el acceso a las víctimas.
El impacto del sismo no se ha limitado a Birmania, ya que también se ha dejado sentir en Tailandia, donde tres personas han muerto y más de 80 están atrapadas bajo los escombros de un edificio en construcción que se derrumbó en la capital, Bangkok. La primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, declaró el estado de emergencia en la ciudad, mientras los equipos de rescate trabajan para localizar sobrevivientes.
La situación sigue siendo grave y, debido a la magnitud de los daños, se espera que el número de víctimas siga aumentando a medida que continúan las labores de rescate y evaluación en las zonas más afectadas.