La cuaresma no sería lo mismo sin su postre tradicional, la capirotada, esta tiene un simbolismo religioso, donde el pan representa el cuerpo de Cristo, la miel, la sangre derramada, y los clavos de olor los que clavaron sus extremidades a la cruz representada en las ramas de canela.
Zulma Pérez tiene la receta de su tía qué incluye naranja en la miel y frutos secos como ciruelas, pasas y cacahuates, y el ingrediente secreto es mucho amor para darle gusto a todos los antojadizos, que esperan todo el año para volver a degustarla.
La historia de la cocina mexicana señala que la primera receta de capirotada surgió en los tiempos de la conquista pues con la llegada de Hernán Cortés, se introdujeron cientos de especias y productos que no eran oriundos de México y que se fueron adaptando a lo local, desde entonces hasta hoy en cada lugar, estado o región se le ha dado a este platillo diferentes versiones dándole un toque personal, llevando a la mesa uno de los platillos representativos de la cuaresma que más tradición tiene y esperando que esta se mantenga viva por muchas generaciones.