El programa de estancias infantiles surgió como consecuencia de un México pobre, donde hay 53 millones de personas en condición de pobreza y 9 millones en pobreza extrema, este programa estaba dirigido exclusivamente para las madres de 15 años a más con hijos entre uno y cuatro años sin acceso a la seguridad social de forma directa e ingresos estimados por debajo de la línea de bienestar es decir con ingresos inferiores al costo de la canasta básica, dirigiéndose a un grupo muy reducido de la población y dando resultados que no generan un cambio social real para el área más marginada de la sociedad.
Armando Saucedo, analista político señaló que "las estancias y los refugios son un combate a las consecuencias de y lo que se pretende es modificar todo el esquema de políticas públicas para atender las causas por eso la insistencia en acabar con la pobreza porque esto permitirá que es estado asuma la responsabilidad de garantizar un lugar seguro para niñas y niños"
El disminuir los recursos y cambiar las reglas de operación de los programas de estancias infantiles y refugios para mujeres violentadas es la única cara que se conoce de esta política implementada por el presidente López Obrador, sin embargo la otra cara es lo que se gana con estos cambios donde se buscará la aplicación de los recursos en las causas de las problemáticas sociales de México que en muchos casos es la pobreza y no en las consecuencias de tener un país pobre al que se le dan premios de consolación que no resuelven los problemas de fondo.
"Lo que debemos de pedir es que no vuelvan las estancias sino la construcción de verdaderas guarderías con los estándares internacionales un gran programa de seguridad social donde si se cuente con esos estándares que no tienen las estancias infantiles"
Sin embargo mientras se logra ganar con ese nuevo diseño, el programa de Estancias Infantiles va a continuar, pero con nuevas reglas de operación, ahora el dinero no se irá a la Estancia sino al padre o madre de familia directamente, serán de mil 600 pesos cada dos meses para cada niño, los cuales serán entregados a los padres de familia y serán ellos quienes deberán ser responsables de ese dinero y decidir si continúan invirtiendo en las estancias o buscar particularmente el cuidado de sus pequeños.
"las estancias continúan operando y a partir de marzo todas las estancias veremos la realidad de lo que va a suceder" dijo Adriana Leyva.