La pandemia y los intereses de las autoridades

Son ocho meses de pandemia y Sinaloa sigue nutriendo las cifras del Covid-19. Con más de 20 mil 600 casos y más de 3 mil 500 decesos, la crisis que debía menguar tiene al Estado en semáforo naranja, sin embargo, las autoridades lo ha decretado amarillo.

El gobierno de Quirino Ordaz Coppel se ha encargado de informar que la incidencia va en descenso, pero, las estadísticas muestran todo lo contrario, pues de dos días a la fecha, se registran casi 100 casos diarios por Coronavirus y es es concentrado en cuatro municipios. Culiacán con más del 58 por ciento de los casos y el resto diseminados en Mazatlán, Ahome y Guasave.  

"Sí, se descarta hasta el momento no tenemos ningún rebrote, es una realidad. No es un incremento como tal, hemos tenido un impacto fuerte, han sido unos números que oscilan entre 70, 80, 90 pero yo recalco que la capacidad de respuesta hospitalaria sigue siendo muy buena porque estamos en un 20 o 25 por ciento de ocupación y eso resalta bien la capacidad hospitalaria que tiene el Estado", expresó Efrén Encinas Torres.

Aún y cuando Sinaloa permanecía en semáforo naranja, las autoridades determinaron abrir plazas comerciales, cines, hoteles, bares, antros y estadios deportivos a un 50 por ciento de su capacidad.

El estado presume una tendencia a la baja pero lo que no informa es la permanente incidencia de casos en los municipios antes mencionados, los cuales además, son plazas del béisbol profesional y todos reciben gente en sus estadios.

Y mientras que el estado se empeña en reactivar sectores lúdicos y sociales, los hospitales de Sinaloa carecen de medicamentos e insumos básicos para la protección del personal de Salud.

"Yo todavía puedo decir que hace falta mucho medicamento, que mucho de ellos no es cierto porque estamos en los hospitales corroborando que no hay.... y le sigue pidiendo a los familiares que surtan todo eso", dijo Jorge Peralta líder de la asociación Ángeles Nocturnos.

Con ocupación en hospitales de un 28 por ciento, las autoridades continúan asegurando que la pandemia poco a poco está controlada y se niegan a cerrar de nueva cuenta la economía.

Pero esas son las cifras oficiales. La realidad que vive el estado es otra y la sospecha de que las cifras sean hasta tres veces mayores no cambia, todo esto deja un saldo desfavorable en el manejo de pandemia en estos ocho meses.