La quema de basura sigue siendo una práctica común, especialmente en zonas rurales y en áreas donde no hay un sistema adecuado de recolección y disposición de residuos. Sin embargo, esta actividad genera serios riesgos para la salud de la población y para el medio ambiente local.
Cuando se quema basura, se liberan una gran cantidad de sustancias tóxicas, como dioxinas, furanos, metales pesados y gases contaminantes como el dióxido de carbono, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno. Estos compuestos, al entrar en contacto con el aire, afectan la calidad del ambiente y la salud de los habitantes. En particular, las personas que están expuestas directamente a la quema de residuos, como aquellos que viven cerca de los basureros o en zonas de quema frecuente, son las más vulnerables.
Entre las principales consecuencias para la salud, se destacan los problemas respiratorios. La inhalación de partículas finas y gases tóxicos puede causar o empeorar enfermedades pulmonares, como el asma, bronquitis y otras afecciones respiratorias crónicas. Las personas con sistemas inmunológicos más débiles, como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades preexistentes, están en mayor riesgo de sufrir efectos adversos inmediatos y a largo plazo.
Por lo que es fundamental que se implementen soluciones más sostenibles, como un sistema adecuado de recolección y reciclaje de residuos, y que se promuevan campañas de sensibilización para erradicar esta práctica perjudicial. Solo a través de un esfuerzo conjunto entre autoridades y ciudadanía se podrá mejorar la calidad de vida en Guaymas y proteger la salud de sus habitantes.