Nutriólogos llaman a evitar el hambre emocional, ésta se describe como un círculo de estrés, depresión, miedo y tristeza que genera el querer consumir azúcar, grasas y harinas para sentirse mejor, pero en realidad lo que ocasiona es subir de peso y más ansiedad, lo que después resulta con un arrepentimiento insatisfacción o remordimiento.