"Inicie mi pequeño negocio vendiendo ropa de mi closet y me quedé en el tianguis" es lo que indicó Chayito al tener su puesto desde hace tres años en el tianguis de los sábados en la Unidad Deportiva, aseguró que lo bonito del tianguis es dar barato y no vendiendo los artículos como nuevos, lo que hace que en algunas ocasiones el sentido del comercio informal se pierda
"Empecé a ir al tianguis de los miércoles, fui avanzando, fuimos comprando ropa, tengo dos personas que nos han donado ropa también."
Todos los sábados desde las siete de la mañana, llega a instalar su puesto en compañía de sus dos nietas, a quienes busca enseñarles cómo trabajar, esperando que de nueva cuenta no vayan a cerrar por la pandemia, ya que esto es su único ingreso familiar.
"Es bonito, se entretiene uno y saca uno para el diario y cuando tengo tiempo hago gelatinas para vender ."