Los maestros pueden marcar para siempre la vida de sus alumnos pero los alumnos también pueden marcar a sus profesores y no siempre de forma positiva, a pesar de eso la fe en que la educación puede ser la que genere un cambio se mantiene firme, y a pesar de tener a la burocracia y la falta de valores en contra, siguen amando la docencia y buscando en ella transmitir , comunicar y transformar a la sociedad.
El día del maestro se conmemoró por primera vez en nuestro país el 15 de mayo de 1918 por decreto del presidente Venustiano Carranza.
A 102 años de esta celebración, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, detalló que en México, hay 2 millones 66 mil maestros en las instituciones educativas públicas el 87.90 por ciento son hombres, mientras que el 77.40 por ciento de los docentes son mujeres, por lo tanto en educación privada corresponde el 12. 1% y 22.6% respectivamente.
Además el nivel de estudios promedio de la población de los docentes en México es licenciatura con 73.90 por ciento; seguido de maestría con 11.30 por ciento; sólo el 6.20 por ciento cuenta con doctorado.
Al maestro tenemos que pensarlo desde la relevancia e importancia de su labor, como un agente que tiene en sus manos la formación de una nueva ciudadanía, una nueva sociedad y pensar que sus alumnos son capaces de participar, de dialogar, de tomar decisiones y de seguir aprendiendo, y que al igual que ellos, son capaces de construir un nuevo futuro.