En los adultos mayores la depresión tiende a ser crónica y recurrente, sufriendo la pérdida de
interés e incapacidad de satisfacción por las actividades y experiencias de la vida diaria, esto por ver
deterioradas sus funciones y la sensación de no tener un propósito por no estar trabajando y
sienten que ya no son una persona útil para la familia o la sociedad.
La depresión en el adulto mayor, es la enfermedad más frecuente en esta etapa de la vida, ya que la
puede presentar hasta el 20% de las personas arriba de los 65 años, derivado de factores como la
partida de los hijos del hogar y la presencia de enfermedades propias de su edad.
En los pacientes que presentan dolor crónico o agudo y que se encuentran hospitalizados por mucho
tiempo, tienen un riesgo de hasta el 25% de deprimirse, mientras que los adultos mayores que están
en asilos o casas de retiro tienen hasta un 40% de riesgo de depresión pues se sienten abandonados
de ahí la necesidad de recibir además de amor de sus familiares, atención de un experto de salud
mental.