Las cooperativas escolares que cerraron a consecuencia de la emergencia sanitaria por COVID-19 han quedado al borde de la quiebra, tras medio año de permanecer cerradas junto con las escuelas de la ciudad y sin posibilidades de recuperar parte de su inversión, explicó Josefina Gamboa, una de las administradoras en Tehuacán.
Y es que desde la ausencia de alumnos en marzo pasado, estos negocios escolares que son concesionados a particulares, se quedaron sin un ingreso pese a la inversión que representa la organización y tramitación de permisos.
Gamboa explica que productos perecederos fueron reportados como pérdida, además de que el funcionamiento de estufas, refrigeradores y demás logística del negocio tiene que procurarse, pues el no tenerla operando puede generarles descomposturas.
Aseguró que en la ciudad al menos por cada escuela existen entre una y cuatro familias que subsisten con las ganancias de las cooperativas, por aparte de los compromisos con los planteles que se disponen en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Sin fecha para el regreso presencial a clases, Gamboa cree que 2019 y 2020 han sido años perdidos, pues en el primero aún existen deudas por pagar y en este ciclo no existió un solo peso a su favor.