Desde hace tres años, Ramona dejó de trabajar limpiando casas pues a su edad se volvió muy difícil, sin embargo eso no la detiene, para mantener a su hijo discapacitado, puso un puesto en la avenida Serdán y calle 18, donde ofrece toallas y servilletas de cocina que ella misma borda y teje, lamentablemente no siempre tiene ventas.
"En la escuela me enseñaron, cuando era niña y que iba a primaria. Tome la idea esta de bordar para ayudarme pues, porque ya estoy mayor y ya no puedo trabajar en casas. Hay veces que tengo venta, hay veces que no, es como todo pues." Señaló
De sol a sol, trabaja bordando sus piezas mientras espera por un cliente, mientras tanto, en casa la espera su hijo de 45 años, quien padece esquizofrenia y depende totalmente del trabajo de su madre, quien después de tantos años aún lucha por sacarlo adelante, pues señala que es el motor que la impulsa para levantarse cada día.
"Que me ayuden con lo poco que me puedan comprar, para ayudarme a salir adelante, yo trabajo para mi hijo y para mi, es discapacitado, tiene esquizofrenia y tiene 45 años. El depende de mí." Añadió