Don Héctor Almirena trabaja desde hace 40 años en el tejido artesanal de sillas, aprendió de su cuñado quién lo enseñó para traerlo con el a tejer los muebles de playa de un hotel en Miramar hace alrededor de 50 años, su trabajo se volvió tan popular que todos querían tener su juego de sillas en casa, el mismo practicaba la herrería, fabricando desde cero para luego comenzar con el tejido, ahora es el único que lo realiza en Guaymas.
El arte de tejer para don Héctor es mucho más que transformar un rollo de fleje en un producto terminado, requiere paciencia y creatividad para darle vida de nuevo a bancas, sillas, mecedoras y columpios que llevan entre cada unión para formar un patrón que la haga lucir bonita y ser resistente.
Aún tiene energía y motivación para levantarse cada día, viene desde San José, se instala desde las 8 de la mañana y hasta las 5 de la tarde pasa el día bajo la sombra de los árboles tejiendo pacientemente, a su edad no hay muchas oportunidades de trabajo y ha encontrado en este arte que tanto disfruta la forma de seguir llevando dinero a casa donde también dejó su talento, pues su esposa e hijos también saben tejer, un trabajo artístico que no dejarán morir.