Refuerzan seguridad en Guerrero con más de 12,000 soldados
El estado de Guerrero, ubicado en el sur de México, continúa siendo escenario de una escalada de violencia que ha preocupado tanto a las autoridades como a la sociedad.
En respuesta a la creciente inseguridad, el Gobierno mexicano ha desplegado un total de 12,675 elementos de las Fuerzas Armadas, según informó el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla. Esta cifra incluye 4,201 soldados del Ejército y 8,474 efectivos de la Guardia Nacional, quienes han llevado a cabo diversas operaciones para hacer frente a los cárteles de la droga y otros grupos criminales que operan en la región.
En su intervención durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Trevilla detalló que las fuerzas de seguridad han realizado varias acciones en diferentes puntos del estado, lo que ha permitido avances en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, la violencia en Guerrero ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en los últimos meses, con una serie de masacres y asesinatos de alto perfil.
El caso más reciente de violencia ocurrió el pasado jueves, cuando las autoridades encontraron en Chilpancingo, la capital estatal, los cadáveres de 11 comerciantes que habían sido reportados como desaparecidos. Este hallazgo se suma a otros crímenes de gran magnitud, como el asesinato de seis miembros de una familia en Acapulco el 4 de noviembre, y la masacre de 19 personas en Tecpan de Galeana el 24 de octubre. En ese mismo mes, el 6 de octubre, el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, conmocionó a la comunidad, al ser decapitado por un grupo delictivo.
Estos crímenes estarían vinculados al mismo grupo criminal, Los Ardillos, según explicó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch. La violencia en Guerrero ha aumentado debido a las confrontaciones entre grupos locales, que buscan el control de las rutas del narcotráfico y el territorio.
Para combatir esta crisis, las Fuerzas Armadas han establecido bases de operaciones en las localidades de Tecpan, Quechultenango y Acapulco, las cuales sirven como puntos estratégicos para coordinar las operaciones. Trevilla destacó que, hasta el momento, se ha logrado la detención de 55 personas, así como la confiscación de grandes cantidades de droga, armas y vehículos. En total, se han destruido 673 plantíos de marihuana, decomisado 1,411 kilos de cocaína y 432 kilos de marihuana, además de incautar 60 vehículos y 63 armas.
A pesar de estos avances, el panorama sigue siendo complicado. La violencia no solo afecta a la seguridad pública, sino que también genera un ambiente de miedo y desconfianza entre la población. Las autoridades mexicanas siguen trabajando en la coordinación de esfuerzos con los gobiernos locales y la sociedad civil para combatir la criminalidad, pero la situación en Guerrero sigue siendo crítica.
El despliegue de las Fuerzas Armadas, junto con la cooperación de las fuerzas de seguridad locales, es crucial para tratar de poner fin a la ola de violencia que ha marcado al estado en los últimos años. Sin embargo, la situación refleja la necesidad de un enfoque más integral que no solo se centre en la acción militar, sino también en la creación de políticas públicas que aborden las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la falta de oportunidades y la corrupción.
