A comienzos del siglo 1, Belén, una población pequeña, constituida por un puñado de casas en la ladera de una colina, a unos ocho kilómetros al sur de Jerusalén, era poco más de un grupo de casas rodeadas por una muralla.
Sus habitantes vivían de la agricultura y la ganadería, tenían campos de cereales como cebada y trigo y en las regiones limítrofes con el desierto, pastaban rebaños de ovejas y es así, tal como era Belén, en la Parroquia de San Vicente de Paúl quisieron recrear esta navidad, al ser la aldea donde nació Jesús según la historia.
La representación del nacimiento en esta parroquia comparado con otros es muy pequeña, sin embargo está altamente detallada con colinas donde se han construido las viviendas y praderas donde el pastor ha llevado a sus animales a pastar, tal como las imágenes actuales de los pequeños pueblos de Palestina, país donde Belén se encuentra ubicado, el objetivo siempre será recordar el verdadero significado de la navidad, que como su nombre lo dice, recuerda la natividad de Jesús.