Tras el reporte de una guaymense por el desove de una tortuga en la playa de Miramar, los especialistas del Centro de Rescate, Rehabilitación e Investigación de Fauna Silvestre (CRRIFS) acudieron al lugar para resguardar los 89 huevos que corrían peligro debido a que las condiciones de la zona no son óptimas para su desarrollo.
"La playa de Miramar tiene una franja de arena muy corta, por lo que el oleaje mismo puede erosionar el nido y llevárselo al agua. También tiene arena un poco compacta lo que ocasiona que los huevos puedan descomponerse por exceso de humedad e incremento de temperatura elevado, eso hace que el desarrollo de los huevos se detenga y que ya no nazcan las tortuguitas." Señaló el Biólogo Eduardo Pérez, Coordinador del programa de conservación de tortugas marinas de CRRIFS.
En ocasiones las condiciones son propicias para que los nidos puedan quedarse en la playa y se coloca una protección contra los depredadores. En esta ocasión fueron trasladados para su monitoreo, por lo que al ser una especie protegida, los biólogos y veterinarios agradecen los reportes de la ciudadanía que en este caso serán 89 tortugas las que regresen al mar en un mes y medio.
"Tenemos el nido en incubación, que es un cuarto aislado controlado con temperatura y humedad. Los estamos monitoreando 5 veces al día y tras 45 días que es el periodo que le toma a esta especie de tortuga marina en eclosionar, podremos empezar a notar unas pequeñas grietas en la superficie y se tienen que regresar a la playa para que sean liberadas." Añadió