En Chiapas existen restaurantes que son heredados por generaciones, son espacios tradicionales, sus propietarios continúan de pie y se resisten a cerrar pese a las dificultades que enfrentan.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en Chiapas precisó que las pérdidas para este sector se siguen registrando durante la pandemia por COVID, sin embargo, los negocios se niegan a bajar cortinas aún con todas las pérdidas que suman más de mil 250 millones de pesos.
"A nivel estatal de unidades económicas de restaurant y alimentos condimentados son alrededor de 3 mil que hasta ahorita no han abierto, posiblemente a corto plazo vuelvan a reinventarse y salir adelante".
El representante de los restauranteros reconoció que para los propietarios de estos establecimientos ha sido un duro golpe del que esperan una lenta recuperación.
Pese a ello reconoció que existe una importante tradición de restaurantes que han funcionado por varias generaciones, y son estos precisamente los que más se han resistido a cerrar o a zucumbir ante la pandemia.
Acero Bustamante puntualizó que, de acuerdo a estimaciones propias, el sector restaurantero tardará entre ocho y nueve años para recuperarse e igualar los números del 2018.
Un tema importante dijo, es el que las empresas o marcas más importantes del estado y a nivel nacional puedan formar alianzas con los restauranteros para tener mejores resultados económicos en un tiempo más corto.