Alrededor de 3800 huevos de tortuga golfina se encuentran desarrollándose en el centro de incubación del Centro de Rescate, Rehabilitación e Investigación de Fauna Silvestre,CRIFS, un santuario de la tortuga Marina.
Habilitado en un trailer en medio de la zona residencial de Ranchitos en San Carlos, este se ha convertido en el refugio donde se monitorea su temperatura y humedad hasta su eclosión y liberación en el mismo lugar donde naturalmente fue encontrado el nido, los huevos se trasladan en una hielera con toda la arena con la que fueron cubiertos para conservar lo que en el desove la madre dejó, una sustancia antibiótica natural que recubre los huevos y los protege, señaló la veterinaria Elsa Coria Galindo.
Los huevos se rescatan cuando la zona donde fueron hallados no es segura por el paso de personas, vehículos y otros depredadores, la tasa de éxito de desarrollo y eclosión de los huevos es del 70 al 75% dentro del centro de incubación, mientras que en su hábitat difícilmente es mayor al 60%.
El recurso para mantener el refugio es donado por ciudadanos o empresarios que adoptan los nidos, ya sea nacionales o extranjeros y que apoyan la causa ecológica, un esfuerzo que no tiene una paga, solo la satisfacción de verlas nacer y volver al mar donde enfrentarán una lucha para la supervivencia.
Si bien en últimos años se ha incrementado el desove de tortugas marinas en la región, la conciencia ciudadana también ha aumentado, todo indicio de nido es reportado, hoteles y restaurantes han apoyado con monitoreo, cercando la zona para su protección, un trabajo en equipo que comienza a rendir frutos