Ramón Cortez, no encontró otra forma de llamar la atención de las autoridades y con su silla de ruedas se plantó en medio de la calle frente a Palacio Municipal exigiendo la intervención para solicitar transporte incluyente, pues al perder sus dos piernas por diabetes y haber sufrido una embolia señala que ningún taxi le quiere prestar el servicio y mucho menos ayudarlo a subir a la unidad y menos pensar en el camión para moverse hacia los puntos donde pide ayuda para sobrevivir.
Rompiendo en llanto y con un evidente dolor emocional más allá de sus afecciones físicas, Ramón quien fuera pescador hasta hace un año, y policía municipal en su juventud, ahora vive de la caridad y señala que no importa si muere en la lucha, el desea que quede un beneficio para otras personas en el futuro que no tengan ayuda y requieran trasladarse, esperando que su ruego llegue a la persona correcta para facilitar el ascenso y descenso a un taxi para personas con dificultades de movilidad.