A un año de la llegada de Covid-19 a Sonora, Ana María Beltrán y su familia fueron el primer contagio intrafamiliar y el primer fallecimiento en Guaymas fue el de su cuñado Carlos Pérez, caso que se dio a conocer a través de redes sociales en una exigencia de pruebas para toda la familia pues había personas adultas mayores y con comorbilidades, pues en ese momento las pruebas no se practicaban en todos los laboratorios y no había disponibilidad gratuita a través del sector salud.
El coronavirus cambió sus vidas pues en ese momento había gran desconocimiento sobre la enfermedad, tratamientos, síntomas y secuelas, las que vivieron por meses sin saber que estaban relacionadas al Covid-19, además de las afectaciones emocionales que prevalecen por el escarnio público al que estuvieron expuestos.
Sumado a los dolorosos síntomas de la enfermedad, la familia vivió la pérdida de Carlos en total soledad y sin una despedida digna, ahora se permiten velaciones con protocolos pero en ese momento ni siquiera las funerarias sabían como manejar un cuerpo de una víctima de Covid-19.
Hubo personas que callaron su enfermedad por temor a ser juzgados y criticados y todos aquellos que dudaron de la existencia de la misma ahora pueden contar entre sus amigos o familiares, un contagio o una víctima, en el estado al último reporte de la secretaría de salud la suma de casos asciende a 68,316 de los cuales 3,144 corresponden a Guaymas y 1.186 a Empalme, así como 5, 886 fallecimientos en Sonora, 343 de Guaymas y 104 de Empalme.