Sin miedo y de la mano de Dios, Joel, Daniel y otros compañeros migrantes seguiràn su camino hasta llegar a la frontera para lograr el sueño americano, hace dos meses salieron de departamento de Comayagua en el centro de Honduras buscando una vida mejor, señalan que el cruce por la frontera sur de México fue fácil y al estar incomunicados durante el viaje desconocían del despliegue de elementos de la guardia nacional que habrá en las fronteras para no permitir su cruce Estados Unidos como parte del acuerdo entre Donald Trump y el gobierno de México, sin embargo su fe sobrepasa todo límite y si habrán de lograr su cometido será por la mano de Dios.
Joel lo intenta por segunda ocasión, a sus 15 años fue detenido y deportado en México sin lograr llegar a la frontera, 10 años después lo intenta de nuevo ahora con la motivación de una esposa y tres hijos para los que desea una vida mejor que la suya, el hambre y ahora el calor es lo más duro que ha tenido que enfrentar, no temen a la autoridad, indican que en México no han recibido más que consejos amables para culminar su camino con bien.