Al mediodía del 4 de octubre del 2018, en Guaymas reinó la incertidumbre, el desconcierto y el terror, cuatro elementos de policía fueron abatidos por un grupo armado en la Avenida Serdán, Marlon Dueñas, Enrique Alamillo, Pedro Corral y Dulce Rojo no pudieron superar las heridas de las armas de alto poder que descargaron sobre ellos.
Los sicarios emprendieron la huida a toda velocidad por la principal vialidad de la ciudad, en la calle 14 un elemento de trànsito, Abraham García quien se encontraba listo para apoyar el cruce de los alumnos del Jardín de niños Beethoven y la primaria Loreto Encinas, les marcó el alto y estos respondieron con balas, quedando sin vida el lugar, a un año sus compañeros salen cada día con sentimientos encontrados, el amor a su oficio y el temor de no volver.
El caos se hizo presente, la sociedad entera sufrió el impacto de ver vulnerables a aquellos que están comisionados para prevenir el delito y hacer guardar el orden pero esto fue solo el principio los atentados contra la corporación continuaron, muchos renunciaron y nadie quiere ocupar sus lugares, por el temor a perder la vida.
En su memoria un altar con sus fotografías fue colocado en la dirección de policía y transito, ramos de flores adornan una cruz en recuerdo del oficial Abraham García en su esquina de la calle 14, arreglos florales y 4 veladoras encendidas para iluminar el camino de Dulce, Marlon, Pedro y Enrique, fueron dispuestas en el lugar del atentado de ese Guaymas que jamás volvió a ser el mismo y tras ser uno de los peores ataques a una corporación policiaca en la historia del país, la investigación del crimen no ha tenido resultados, no hay justicia para ellos y sus familias.