Un 28 de diciembre la vida del niño Jesús se vio amenazada por la maldad y la ambición de poder, por este motivo murieron cientos de niños en la masacre del día de los inocentes, esto toma un contexto actual donde a diario hay niños que son víctimas colaterales.
La Navidad es la celebración de la vida y la masacre ocurrida tres días después rememora lo que amenaza la vida, como el egoísmo, la violencia y la falta de valores y respeto por los demás, señaló el padre Martín Ibarra, quién indicó que este hecho toma una connotación actual ante la gran cantidad de menores que están muriendo inocentemente en medio de una guerra de odio.
Señaló que hasta que la sociedad no comprenda que todo lo bueno tiene un lado negativo que debe combatirse con fe y amor y una buena educación valorando la vida propia y del prójimo, seguirán las masacres dónde caigan inocentes y que laceran a una sociedad que en lugar de vivir en hermandad, vive con temor y rencor.