La venta ilegal de productos de tabaco y bebidas alcohólicas representa un grave problema económico y de salud pública en México. Este fenómeno, que ha ido en aumento en los últimos años, tiene implicaciones significativas que afectan tanto a la economía del país como al bienestar de sus ciudadanos. Desde el punto de vista económico, la venta ilegal evade los impuestos que el gobierno recauda de la venta de estos productos. Esto se traduce en una considerable pérdida de ingresos fiscales, que podrían destinarse a servicios esenciales como la salud, la educación y la infraestructura. Además, la competencia desleal de estos productos ilegales perjudica a los negocios que operan dentro del marco legal, generando un efecto negativo en la economía formal. En términos de salud pública, el acceso a productos de tabaco y alcohol de origen ilícito representa un grave riesgo. Estos productos a menudo no cumplen con los estándares de calidad y seguridad, lo que puede llevar a un aumento en problemas de salud como enfermedades respiratorias, cáncer y trastornos relacionados con el consumo de alcohol. Además, la normalización del consumo de estos productos en el mercado informal puede fomentar hábitos perjudiciales, especialmente entre los jóvenes.