México enfrenta una crisis de maltrato infantil, siendo el segundo país con más abusos hacia niños y adolescentes, según UNICEF. Las formas más comunes de maltrato, como la omisión de cuidados, abuso psicológico, negligencia y abuso físico, a menudo permanecen ocultas y son invisibilizadas tanto a nivel familiar como social.
A nivel emocional, el impacto puede ser aún más destructivo: la autoestima se ve profundamente afectada, el desarrollo de relaciones saludables se ve comprometido, y se incrementa el riesgo de desarrollar conductas violentas y autodestructivas.
El abuso infantil en México también se extiende más allá de las agresiones físicas y sexuales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre 2012 y 2017, cerca de 2,600 menores de 15 años fueron asesinados, y el 42% de estos casos fueron cometidos por familiares, en el hogar o bajo circunstancias de maltrato. Lo más alarmante es que padres, madres y padrastros son los principales agresores.
El abuso se da especialmente las adolescentes entre 14 y 17 años, con un aumento alarmante de casos. Las víctimas enfrentan consecuencias físicas, emocionales y psicológicas a corto y largo plazo
El maltrato infantil, además de ser una violación de derechos humanos, tiene consecuencias a largo plazo. Los adultos que fueron maltratados en su niñez tienen más probabilidades de padecer problemas físicos y psicológicos, como trastornos del comportamiento, depresión, abuso de sustancias y conductas violentas.
"a veces que existen algún tipo de de rasgos de violencia, a lo mejor como moretones Este, pues, algún tipo también de descuido, en cuanto a las enfermedades, y generalmente todo se Digamos que se identifica a través del de la apariencia física" Orlando Guicoza - psicólogo
La violencia en el hogar, en muchas ocasiones, se normaliza. En México, el uso de métodos violentos como gritos, golpes e insultos para educar a niñas, niños y adolescentes está muy arraigado en la cultura. Se estima que 6 de cada 10 menores de 1 a 14 años han experimentado algún tipo de disciplina violenta o maltrato en su hogar.
Para abordar la violencia infantil, es esencial promover métodos de crianza respetuosa que validen las emociones de los menores, fomenten la comunicación y establezcan reglas claras.
La educación a los padres sobre técnicas no violentas y el fortalecimiento de la legislación contra castigos físicos son fundamentales, junto con programas de prevención y concientización sobre los efectos del maltrato infantil.
"aquí la una palabra clave es la validación de las emociones del menor, no o sea yo saber escucharte, yo saber entenderte y y que tú tengas la oportunidad de expresarte Entonces es la crianza que se le llama la crianza respetuosa" Orlando Guicoza - psicólogo
La protección de los derechos infantiles debe ser una prioridad, requiriendo políticas públicas, leyes estrictas y un cambio cultural que desnormalice la violencia en el hogar. El bienestar infantil es fundamental para una sociedad más sana, justa y equitativa.