Los migrantes son de los grupos más vulnerables durante la temporada de calor en Sonora en el verano, de acuerdo con un estudio del Colegio de Sonora, de 2001 a 2016 murieron 2 mil 184 personas que intentaron cruzar la frontera, el 75% relacionados las altas temperaturas, es decir deshidrataciones o golpes de calor, el resto de los grupos vulnerables, son los trabajadores de la construcción, los jornaleros y los indigentes, tan solo en el 2018 se rescataron 1400 migrantes en el desierto de Sonora con síntomas de afectaciones por calor.
Iber originario de Chiapas es migrante en su propio país, cada año viaja de ciudad en ciudad para el trabajo del campo, al ser un clima muy distinto el de su estado, trabajar en Sonora es un verdadero reto, donde ha sufrido insolaciones y deshidratación e incluso ver morir a personas en los campos al no soportar el inclemente calor.
Los campos agrícolas cuentan con módulo de salud donde se atiende a los jornaleros que presentan afectaciones propias del calor, así mismo los centros de salud ofrecen de manera gratuita vida suero oral para migrantes e indigentes que se reúnen en los alrededores para evitar su deshidratación.
Aunque para los migrantes no hay gran opción, es importante que eviten las horas pico de calor y es una recomendación que se les da en los centros de salud, trasladarse cubiertos con manga larga, sombreros o gorras y mantenerse hidratados lo más posible si es que no pueden detener su camino en busca del sueño americano.