La primavera llegó este jueves y con ella Hermosillo tuvo que decirle adiós a uno de los ciudadanos distinguidos de Sonora, el Arquitecto Gustavo Aguilar el hombre que trazó a la capital.
Una larga fila se apostó en la iglesia Espíritu Santo de la Colonia Pitic, entre amigos, familia y funcionarios públicos, para darle el pésame a los cinco hijos del Arquitecto, así como recordarlo durante la misa en su memoria.
Desde sus hábitos, sus frases, el legado en la formación de la familia que logró, su trabajo en la capital, y claro su huella como un ser humano íntegro y respetado por una gran cantidad de personas que lo consideran su amigo, así se expresó el padre Edmundo Cruz.
"Todo este legado que Don Gustavo nos deja de veras que yo me siento honrado ? gracias a la familia, que sin duda el dolor de la muerte y la separación si llega, si se siente, pero se sabe también que en la fe que un hombre maravilloso cumplió a cabalidad su ser y lo encomendado por Dios" "y ojalá y sé que no va a suceder nunca se aparte, se desgarre de nuestro corazón y de nuestra historia particular de Sonora"
Flores blancas en todas partes, velas con su triste flama a manera de luz para el alma del que hoy ya no está, rostros tristes y el abrazo que intenta apaciguar un poco el dolor de quienes vivieron de cerca al que pronto habría cumplido 101 años de edad.
Definitivamente era una persona que a lo largo de su vida reunió momentos para no ser olvidados, así como amistades de los importantes, los poderosos, de sus más fieles colaboradores, todos con su paso lento, ceremonial, demostrando ese respecto y cariño.