La religiosa peruana Agustina Rivas, conocida como Aguchita, fue proclamada beata en una celebración eucarística realizada al aire libre este sábado, en la comunidad selvática de La Florida, distrito de Perené, el mismo lugar en el que fue asesinada por el grupo armado Sendero Luminoso en 1990.
Sor "Aguchita" fue asesinada, a los 70 años de edad, por Sendero Luminoso junto a seis representantes de la comunidad de La Florida, ubicada en la provincia de Chanchamayo, en la región central de Junín, por contravenir las amenazas de esta banda y permanecer como misionera al lado de los nativos.
"Aguchita derrocha cariño, creatividad y entrega hacia todos, no importa si son nativos o colonos", comentó la hermana Yolanda de la congregación de las Hermanas de la Caridad del Buen Pastor, a la que perteneció Rivas, al hacer un repaso por su vida.
En 2017, se recogió el testimonio de quienes la conocieron y se pidió a la Santa Sede (Vaticano) que se reconociera su martirio, agregó la religiosa.
La eucaristía de proclamación fue celebrada por el arzobispo metropolitano de Mérida (Venezuela) y delegado del Papa Francisco para esta celebración, cardenal Baltazar Porras, en compañía del presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos, y el cardenal Pedro Barreto, entre otros obispos peruanos.
El papa Francisco aprobó la beatificación de "Aguchita" el 22 de mayo de 2021 por dedicar su vida al servicio de Dios y ayudar a los más pobres, en medio de la violencia terrorista en Perú, que se extendió entre 1980 y 2000, con Sendero Luminoso como uno de los principales responsables de casi 70.000 muertos.
BEATA Y MÁRTIR DE LA AMAZONÍA
Los familiares y hermanas de la Caridad llevaron las reliquias de Rivas al altar donde se celebró la misa al aire libre en plena plaza principal de La Florida, frente a la iglesia que tenía un gran retrato sonriente de la beata.
Un coro entonó canciones en idioma quechua y ashaninka, compuestas especialmente en homenaje para "Aguchita", en un altillo levantado al lado del estrado en el que se realizó la eucaristía.
El cardenal Porras dijo que es una "gracia muy especial" para él conocer a los pobladores que compartieron con la "mártir" de la Iglesia en uno de los lugares más necesitados de la selva central de Perú.
Ahora "necesitamos continuar la labor evangelizadora que ella inició", expresó durante la homilía.
Resaltó que "Aguchita", natural de la andina región de Ayacucho, donde apareció Sendero Luminoso en 1980, "aceptó gozosa la labor de misionera", "lo asumió con alegría y entusiasmo", a pesar de su edad avanzada y los "achaques" en su salud.
VÍCTIMAS DEL TERRORISMO
Agregó que "el martirio de la madre Agustina tiene varias caras", por un lado "el sinsentido de la violencia" y "el uso indiscriminado de las armas que sólo deja muertes y desolación", por ese motivo pidió ser capaces de "sanar el dolor y el desprecio, sin dejar a nadie al margen".
El arzobispo de Mérida afirmó que las víctimas de Sendero en La Florida "son parte de la aureola de Aguchita en estos momentos".
Porras añadió que la beata "merece ser patrona de esta porción del mundo para bien de toda la humanidad" y que transmitir la "hondura de su vida" es ahora la labor de los presentes en la celebración religiosa.
El cardenal extendió la bendición papal a todos los presentes y a los fieles que siguieron la misa por las redes sociales de la Iglesia peruana.
Por su parte, monseñor Cabrejos afirmó que la beata se ha convertido en un "emblema de caridad y esperanza", que fortalece el compromiso con la fe.
"Dios consolidó el heroísmo de sus fieles con el testimonio martirial de Aguchita", subrayó el también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Finalmente, la iglesia de La Florida fue declarada Santuario de la Vicaría de Santa Rosa de Lima y la beata Agustina Rivas.