Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer desde el año 1994, instituido por la Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo es sensibilizar sobre esta enfermedad y sus consecuencias sociales para promover acciones que la prevengan.
Y es que la enfermedad de alzheimer es la forma más común de demencia senil, misma que es desgastante, triste y hasta agonizante tanto para el paciente como para la familia que ven como poco a poco los recuerdos e incluso las capacidades orgánicas del paciente se van perdiendo.
Afecta principalmente a las personas de edad avanzada y se da a través de un deterioro cerebral que va causando la pérdida de diferentes capacidades, primero afecta la concentración, el pensamiento, la memoria y el lenguaje, pasando a síntomas más graves como la falla de órganos vitales.
Esto sucede porque el cerebro deja de enviar las señales para su funcionamiento, y aunque el avance de la enfermedad es inevitable existen fármacos que detienen de manera temporal la complicación de los síntomas.
Los síntomas primarios son la dificultad para recordar cosas recientes o nombres de personas que conocen, así como olvidar lo que estaban haciendo en el momento.
Después podrían venir otros olvidos de cosas casi elementales como dificultades para expresarse, incluso escribir o cepillar el cabello.
Aunque no todas las personas que olvidan cosas son propensos a desarrollar alzheimer, el riesgo mayor se encuentra entre personas mayores de 60 años y que tienen o tuvieron familiares que padecieron de la enfermedad.
Para
la atención de estos pacientes existen diferentes asociaciones civiles cuya
misión es lograr que quienes padecen esta enfermedad tengan una mejor calidad
de vida como la Asociación Sonorense de Azlheimer y enfermedades similares,
donde pacientes y sus familiares reciben la información para poder sobrellevar
esta enfermedad.