Por lo menos dos hurtos ocurrieron este viernes en domicilios de Hermosillo bajo el mismo mecanismo: una mujer, acompañada de dos personas, se hizo pasar por trabajadora del Instituto Mexicano del Seguro Social para ofrecer terapias físicas a adultos mayores argumentando que las citas médicas en las clínicas del IMSS están restringidas por la contingencia del coronavirus.
La mujer se aprovechó de la buena disposición y gentileza de los abuelos para robarles sus pertenencias y huir en un carro en donde la esperaban un hombre y otra mujer.
El primer caso ocurrió en una colonia del Poniente de la ciudad a las 8:00 de la mañana cuando la adulta mayor salió a barrer la calle y la banqueta de su casa, momento que fue aprovechado por la mujer para acercarse y ofrecer la terapia de rehabilitación a nombre del IMSS.
"La deja entrar en inocencia y que le empieza hacer disque la terapia, a sobar la rodilla, y ahí se la fue llevando, platicando, y mi mamá es una persona muy platicadora también, en un momento le empezó hacer como un tipo de brujería, que le dijo: 'te voy a poner tomate porque alguien te quiere hacer un daño y te voy a curar, yo sé que tú tienes un guardadito, traémelo para bendecírtelo'. Mi mamá le dijo: veté, me estas poniendo muy nerviosa. La mujer le dijo: 'esto es rápido y te voy a bendecir porque alguien te quiere hacer daño, ese guardadito que tú tienes sácalo porque te lo voy a bendecir'. Mi mamá creyó y saca el guardadito que tenían mis papás, casi 30 mil pesos", narró.
En ese momento la mujer le arrebató el dinero a la adulta mayor para luego huir en un carro tipo Tsuru, con los otros dos acompañantes.
El segundo caso sucedió al mediodía de este viernes con una pareja de la tercera edad que platicaban en el porche de su casa cuando se acercó una mujer presentándose como trabajadora del Seguro Social.
"Me dijo que llegó una del Seguro Social, que como no hay consultas andan viendo, y que preguntó qué medicamentos tomaba y que le daría una terapia y ponerle un ungüento para las articulaciones y cuando le estaba poniendo en los brazos, fue cuando le jaló los pulsos (pulseras de oro) y reaccionó y entró corriendo, llorando, ya nos dijo y ya salimos a ver si veíamos el carro y pues absolutamente nada", dijo.
Las pulseras de oro que fueron hurtadas tenían más de 60 años de antigüedad y con gran valor sentimental.
Ambas víctimas sufrieron un shock emocional y se encuentran bien de salud.
Los dos casos fueron reportados a la Policía Municipal en donde se levantó el respectivo informe y, posteriormente, las familias interpondrán denuncias ante el Ministerio Público.