Aunque abrirán los templos a partir del 10 de agosto, las misas siguen suspendidas en la Arquidiócesis de Hermosillo.
Los templos estarán abiertos con horario limitado para orar, visitar al Santísimo, confesarse o hacer algún trámite.
Las personas deberán implementar el distanciamiento, uso de cubrebocas y aplicarse gel antibacterial, informó en un comunicado la Arquidiócesis de Hermosillo.
En cada iglesia y oficinas se asignarán a personas capacitadas en los protocolos sanitarios para apoyar en el ingreso y salida de los feligreses.
Se indica que no se realizarán misas presenciales en las parroquias, por lo que seguirán transmitiéndose a través de plataformas digitales.
De igual manera, las reuniones, encuentros, clases, retiros y asambleas continuarán realizándose a distancia.
La atención a enfermos, personas y familias necesitadas son acciones pastorales prioritarias y se mantendrán a nivel parroquial, decanal y diocesano y respetando los protocolos sanitarios.
Se capacitaron a 700 personas que integran los equipos parroquiales dentro del Plan de Reactivación de la Pastoral Presencial Diocesana para sanitizar los espacios religiosos para la reapertura del próximo 10 de agosto.