Ante el grave problema de sequía en Sonora, el Gobierno del Estado comenzó con el bombardeo de nubes con yoduro de plata para inducir la lluvia.
Con un presupuesto de diez millones de pesos, los químicos son esparcidos mediante una avioneta sobre una superficie de dos millones de hectáreas en las partes Sur y Oriente del Estado.
Según la secretaria de Agricultura, Fátima Rodríguez Mendoza, se realizarán entre 20 y 25 vuelos.
"Cuando se cumplen las condiciones de humedad necesarias, se programa el vuelo, considerando un total de 20 vuelos en un lapso no mayor a tres meses, coincidiendo con la temporada de lluvias que ya ha comenzado. El insumo utilizado para lograr la estimulación de lluvias, como mencioné anteriormente, es el yoduro de plata."
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora, Juan Ochoa Valenzuela, dijo que en Sonora, la estimulación ha generado entre un 20% y un 30% más de lluvias en años como 2022, por lo que se espera obtener resultados similares este año.
En 2023, la sequía fue a tal grado que no hubo nubes suficientes para bombardear.
"El método es muy simple: un avión lleva un tanque con el químico o la solución necesaria. Cuando las condiciones de las nubes son adecuadas, se realiza la estimulación. Algunos lo llaman bombardeo y otros inyección, pero en ambos casos se refiere al mismo proceso."
Las críticas a la siembra de nubes en México incluyen preocupaciones sobre la efectividad y los posibles impactos negativos en el medio ambiente y la salud.
Roelef Bruintjes, un científico especializado en modificación del clima del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, ha señalado que no es una solución contra la sequía, ya que no se puede crear nubes en ausencia de ellas.
Benjamín Martínez López, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, ha cuestionado la efectividad de esta tecnología y la falta de estudios concluyentes sobre su impacto a largo plazo.