Avanza proceso de revocación de concesión de planta tratadora

El proceso de revocación de la concesión de la Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR) se encuentra en la etapa de alegatos entre el Ayuntamiento de Hermosillo y la empresa Fipasa, dijo el alcalde Fermín González Gaxiola.

Señaló que la concesionaria opera desde 2016, que no usa correctamente toda el agua tratada y que los residuos que quedan de las aguas negras están vertidos a cielo abierto sobre el cauce del Río Sonora y en otras áreas cerca del sector contaminando el subsuelo y el aire.

"La planta tratadora es una planta que tiene que entregar agua de calidad, pero no lo hace, desde ahí, creo que andamos mal, debería de entregar agua de calidad, ahí dice (contrato de concesión) que debe ser del tercer nivel y el agua está sin tratamiento", señaló.

Los hermosillenses consumen 120 millones de metros cúbicos anuales de agua potable, de los cuales, el 50 por ciento, es decir, 60 millones de metros cúbicos es tratada.

De esos 60 millones, unos 35 millones de metros cúbicos se destina a cinco ejidatarios y el resto de los 25 millones de metros cúbicos se desperdicia.

Nicolás Pineda, investigador de El Colegio de Sonora, propuso que el agua tratada que se desperdicia puede venderse a compañías que generan energía eléctrica a la industria maquiladora y con lo recaudo se destine para el mantenimiento y operación de la Planta Tratadora de Aguas Residuales. Además, está recurso reciclado también utilizarse para el riego de áreas verdes del municipio.

"Es importante promover el uso industrial del agua residual tratada. Es importante que se planee y promueva un parque industrial al Poniente de la ciudad al lado de la planta tratadora para que usen el agua tratada", dijo.

En tanto, Luis Alán Navarro Navarro, investigador de El Colegio de Sonora, consideró que Agua de Hermosillo no tiene los recursos para operar la Planta Tratadora de Aguas Residuales, además de que la prioridad de un organismo operador es garantizar el agua potable para consumo humano y no tratamiento de las aguas residuales.

"Lo que hemos visto en otros organismos operadores es que, cuando ellos se hacen cargo del tratamiento y están pasando por problemas financieros, si tiene que pagar la luz eléctrica para echar andar los sistemas de bombeos de los pozos que brindan agua potable y tiene que pagar la luz de la planta tratadora de aguas residuales, ellos siempre eligen lo primero, siempre eligen proveer agua que a tratar el agua. Casi siempre estás plantas tratadoras terminan como 'elefantes blancos' sin ser operadas", puntualizó.