Los menores albergados en las casas hogar en el Estado requieren de atención más especializada por parte del personal que apoya en sus cuidados y necesidades, a fin de lograr un desarrollo integral de la niñez, indicó Natalia Valencia.
La psicóloga y estudiante del doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora, trabaja su tesis sobre la situación que guardan las casas hogar en Sonora y las políticas públicas que debieran implementarse para garantizar el sano crecimiento hacia la etapa adulta de los menores.
"Son importantes los perfiles de las personas que labora ahí, también que se investigue más sobre los perfiles de las familias de origen, porque se carece de todo tipo de datos, entonces creo yo que si realmente supiéramos de qué tipo de familia vienen y cuáles son las problemáticas, pues se podrían crear políticas públicas específicas para atender esas familias y prevenir que se dé una separación familiar".
Natalia es hija por adopción, y con base en su experiencia se interesó por estudiar el entorno de niños en proceso de adopción y las áreas de oportunidad para mejorar su calidad de vida. A la fecha concluye que las casas hogar deben mantener un expediente abierto con los datos de las familias biológicas de los menores.
"Yo fui adoptada al nacer, se dio por medio de un acuerdo entre ambas madres, no fue un proceso legal por lo tanto no quedó ningún registro y yo no pasé por una casa hogar. No tengo cómo contactar, cómo buscar a mi familia de origen, hasta el momento no los conozco, todavía tengo la esperanza de poderlos encontrar".
En su estudio detectó que en el caso de los niños dados en adopción, es prioritario que lleven desde temprana edad un tratamiento terapéutico, ya que sufren traumas, incluso siendo bebés, por la separación de sus madres biológicas.
"Muchas personas piensan que al ser adoptados al nacer, no hay ninguna consecuencia, pero pues es un proceso traumático que te separen de la persona con la que tú estuviste nueve meses dentro de ella, es una conexión biológica, espiritual, física que tienes con esa persona y te separan, es algo que el bebé sufre un proceso de duelo".
La joven se 33 años reconoció que en su infancia sufrió un trauma por separación de sus padres biológicos, reflejado en su comportamiento durante la primaria, etapa en la que padeció estrés y ansiedad.
En Sonora, actualmente hay 49 niños a cargo del estado albergados en casas hogar, a la espera de ser adoptados, cuyas edades oscilan entre los 7 y 17 años.