Manuel Castillo, es enfermero del Hospital Ignacio Chávez del Isssteson, a quien el pasado 31 de mayo le diagnosticaron COVID-19. Duró tres semanas en aislamiento domiciliario y una vez recuperado le dio neumonía, porque el nuevo coronavirus lo dejó con bajas defensas y susceptible a contraer otros padecimientos.
Su recuperación fue difícil porque todavía quedó con dolores musculares y encima tener que lidiar con la neumonía.
"Fue un poco pesado ahí el tener la mayoría de los síntomas y como te daba la fiebre, una fiebre que bajaba hasta 35 grados y luego subía a 40 grados, así se iba y era lo que tenía yo un poco desconcertado por esa sintomatología, pero, ya poco a poco, siguiendo las recomendaciones que tomabas esto, tomabas aquello, la verdad a mí no me daba hambre, comía a fuerzas porque tenía que comer", contó.
Poco a poco se le fue quitando la fiebre y para finales de junio le hicieron una prueba PCR y resultó negativo, lo que significó que ya se había curado de COVID-19, pero una semana después contrajo neumonía y duró con esta enfermedad durante una semana.
Afortunadamente no requirió hospitalización ni ventilador artificial, pero comentó que había camas disponibles en las áreas COVID que se habilitaron en ese nosocomio.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud, hasta este jueves 5 de noviembre se tenían 197 pacientes hospitalizados de COVID-19 de un total de 930 camas que existen en los nosocomios públicos y privados. De estos pacientes, 66 de ellos están estables, 101 graves y 30 en estado crítico.
Por su parte, el alergólogo Alberto Monteverde dijo que el COVID-19 afecta los pulmones, cerebro, sistema nervioso, hígado, riñones, corazón y el aparato respiratorio.
"Tenemos dolores en riñón, en corazón, a nivel de los miosotis, tejido muscular a también a nivel de las reunornas, del sistema nervioso central, de ahí la urgencia, la preocupación que tenemos los médicos de que los pacientes hacen mucha confianza con el COVID porque dicen: ?yo me siento bien, no tengo síntomas, no siento nada?, entonces, esa misma confianza, en algún momento determinado provoca que el paciente no busque atención médica o se automedique", dijo.
Un paciente en fase 1 de COVID-19, es decir, con síntomas leves puede gastar 2 mil pesos en el tratamiento médico en los 14 días de asilamiento domiciliario, mientras que en fase 2 que representa fiebre y dolores intensos muscular y de cabeza puede solventar hasta 5 mil pesos, y en la fase 3 que tienen problemas para respirar pueden gastar más de 15 mil pesos por día en las medicinas, oxígeno medicinal y el ventilador mecánico, para en caso de que sea atendido en un hospital privado, pues de tener alguna seguridad social, la institución de salud debe solventar los gastos.