Con letras que abordan temas como automóviles, joyas, marcas de diseñador, drogas, historias de amor, o aluden al crimen organizado y sus líderes, los denominados "corridos tumbados" se han popularizado principalmente entre el público más joven.
Después de la pandemia de COVID-19, los corridos tumbados comenzaron a ganar popularidad en los principales servicios de streaming musical, como Spotify, Amazon Music, YouTube y Deezer, especialmente entre adolescentes y jóvenes menores de 35 años.
Socorro García Bojórquez, maestra del departamento de Letras de la Universidad de Sonora, comentó que parte de la popularidad de este género se debe a sus letras sencillas y al uso de un lenguaje cotidiano, similar a lo que ocurrió con el reguetón en su momento.
Aunque en la academia aún no se estudian en profundidad las letras y los mensajes de los corridos tumbados, Socorro García Bojórquez agregó que se deberían abrir más mesas de análisis y discusión, además de foros dedicados a los contenidos de las canciones.
"Desde la academia, había que revisar esos géneros porque los jóvenes se estaban apropiando de esas letras y expresiones culturales que no solo están relacionadas con el narcotráfico, sino que también representan una forma de ser y estar en el mundo".
Los principales exponentes de este género son Natanael Cano, originario de Hermosillo y pionero en incursionar en él; así como otros intérpretes como Junio H y Ovi.
El doctor en ciencias sociales José Eduardo Calvario Parra ha señalado que otra razón para la popularidad del género es que sus intérpretes, jóvenes y vestidos con ropa deportiva, gorras de béisbol y tenis de marca, han dejado atrás el sombrero y las botas tradicionales, generando interés en públicos cada vez más juveniles.
De acuerdo con datos de Spotify, los artistas del género "Corrido Tumbado" generan más de 20 millones de oyentes mensuales. Por ejemplo, Natanael Cano cuenta con aproximadamente 24 millones 801 mil oyentes al mes; Junior H, con 22 millones 517 mil; y Fuerza Regida, con 21 millones 969 mil.
Para el músico hermosillense y líder del grupo Greenstick, así como productor musical, Carlos Zayas, este género musical está evolucionando gracias a los arreglos y requintos, así como a la fusión de géneros con diferentes instrumentos musicales.
"Uno, hablan del día a día; la mayoría de los que se están dedicando a este género son adolescentes y tienen, a lo mucho, 23 años. Entonces, creo que ellos plasman sus vivencias en las canciones."
La evolución de este género y su popularidad ha generado ganancias millonarias tanto para los artistas como para representantes y organizadores de eventos. Se estima que, por presentación, estos cantantes cobran entre 2 y 6 millones de pesos.