Cotorras argentinas no pertenecen el hábitat de Hermosillo
La cotorra argentina es nativa de Sudamérica y fue introducida a Hermosillo por la venta ilegal de este animal, explicó Carlos González, ornitólogo.
El especialista en aves dijo que esta especie no es migrante, ya que vuela distancias cortas, por lo cual, es imposible que haya llegado volando a Hermosillo.
La presencia de la cotorra argentina en la capital sonorense se debe, a que las personas que compraron algunos ejemplares, las liberaron o se les escaparon de las jaulas.
"No se podría ir de una ciudad a otra o de un estado a otros. Esas que están aquí, aquí se van a quedar y se van a seguir reproduciendo y va seguir creciendo esta población", dijo.
Mencionó que el primer avistamiento de cotorras argentinas fue en 1986 en algunas ciudades del Sur y Centro del México, pero, con la comercialización se ha esparcido la presencia de estos ejemplares en casi todo el país.
Aunque no se tiene una cifra de cuántos ejemplares existen en Hermosillo, comentó que en los últimos cinco años se veían estos animales en grupos de siete, actualmente se ven en parvadas de 100.
"Causan problemas para las especies nativas que compiten por lugares en donde van a anidar, compiten por comida, compiten por áreas de esparcimiento, causan también problemas económicos a los humanos, pues, en algunos sitios atacan zonas de cultivos o en otros países están causando apagones en la ciudad porque anidan en zonas de postes y esos postes hacen cortos y dejan ciudades sin luz", dijo.
La cotorra argentina vive entre 15 a 20 años en el hábitat salvaje y en cautiverio hasta 30 años. Se alimenta de frutas o semillas, mide 30 cm de largo y pesa 140 gramos en promedio. Se caracteriza por su color verde claro y grisáceo en el pecho.