Desafíos y desigualdades para las nuevas generaciones
El Día Internacional de la Juventud, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, se celebra cada 12 de agosto con el objetivo de resaltar la importancia de escuchar a los jóvenes y fomentar su participación en el desarrollo social, económico y cultural.
Desde su primera conmemoración en el año 2000, esta fecha se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las futuras generaciones.
En 2023, la tasa de desempleo juvenil en América Latina se redujo al 13.6%, continuando una tendencia a la baja por tercer año consecutivo, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A pesar de que la región fue gravemente afectada por la pandemia en términos de empleo juvenil, la recuperación ha sido constante, con 6.8 millones de jóvenes desempleados, 2.6 millones menos que en 2019.
Sin embargo, la brecha de género sigue siendo preocupante. Mientras que el desempleo entre los hombres jóvenes se situó en un 11.6%, el de las mujeres jóvenes alcanzó un 16.6%. Además, la disparidad es aún más marcada entre los jóvenes "ninis" (ni estudian ni trabajan), donde el 26% de las mujeres se encuentran en esta situación, frente al 13.6% de los hombres.
El informe también advierte sobre el aumento del trabajo "inseguro" en la región, donde aproximadamente la mitad de los jóvenes empleados no cuentan con contratos oficiales ni protección legal.
Gilbert Houngbo, director general de la OIT, destacó que este tipo de trabajo se está convirtiendo en la norma en América Latina, lo que representa un desafío significativo para garantizar un empleo digno para los jóvenes.
El Día Internacional de la Juventud no solo celebra el potencial de los jóvenes, sino que también llama a la acción para enfrentar los problemas que los afectan, promoviendo un futuro más inclusivo y equitativo.