El antropólogo Alejandro Aguilar Zéleny consideró como una falta de respeto hacia la etnia Yaqui la escultura del venadito que se instaló la semana pasada en el Centro de Hermosillo al argumentar que es una caricatura y no la figura de un ser humano como danzante yaqui.
Esta obra ha causado polémica y ha generado comentarios en redes sociales de que no cuenta con la indumentaria del danzante yaqui, que se parece a Condorito y que el paño en la cabeza parece una nieve de chorro.
"En primer lugar los pies ni son de humano ni de venado, quién sabe de quién serán, el collar es como puesto al azar, el danzante del venado es una persona real no es una imagen grotesca de una persona grotesca ni caricaturizada", manifestó.
Óscar Cedillo, escultor de la figura del venadito, dijo que en ningún momento fue ser irrespetuoso hacia la etnia Yaqui y que su objetivo es acercar de manera sencilla a los niños, jóvenes y adultos la cultura de la Danza del Venado.
"No me molesta que a algunas personas no les guste porque no están obligados a que les guste, no tiene que gustarle a todo el mundo, está bien que algunas personas opinen en desacuerdo, está perfecto, pero, la verdad, he visto a muchísimas personas que les ha encantado la pieza y, cuando estás aquí (Centro de Hermosillo), vez a mucha gente tomándose fotos como niños, grandes y visitantes", dijo.
Oscar Cedillo dijo que tiene pendientes siete esculturas más por realizar cuyas figuras también son de niños y niñas que representarán símbolos sonorenses como la niña seri, el minerito, el beisbolerito, el fariseito, la vaquerita y vaquerito, así como la niña yaqui.
Estas figuras las elaborará conforme se consigan patrocinadores y será el Ayuntamiento de Hermosillo el que defina dónde se instalarán, agregó.
Oscar Cedillo nació en Guaymas, Sonora, y desde hace casi 30 años reside en Hermosillo. Es contador, pero, su pasión han sido las artes plásticas, por lo que también asistió a cursos en la Universidad de Sonora para prepararse como escultor.
Fue el artista que elaboró la escultura del escritor, poeta y dramaturgo sonorense Abigael Bohórquez, que se ubica en No Relección y Callejón Abasolo, en el Centro de Hermosillo.