Como cada año la fiesta, el color y el fervor patrio se reunieron en un solo lugar para gritar y festejar por el Día de la Independencia de México.
Familias enteras, grupos de amigos y autoridades esperaban ansiosos el ¡Viva México! que cada año escuchamos vestidos de los colores que nos dan identidad.
Fue la Plaza Zaragoza, flanqueada por Catedral y los dos palacios de gobierno, la que recibió a los miles de hermosillenses que acudieron para disfrutar de los platillos típicos, de los globos de colores, de la música en los cuatro escenarios, del folclor.
Más de 100 puestos de comida fueron instalados por la Avenida Hidalgo y los alrededores de la plaza que desde temprano fue reuniendo a todos.
Pasadas las 10:30 de la noche fue cuando la Gobernadora asomó al balcón y dijo aquellas palabras que se repiten en todo el país a la misma vez, haciendo tocar la campana y finalizar ondeando la bandera más hermosa del mundo.
Fue al finalizar el acto
solemne que las miradas de esos miles se llenaron de asombro, de luz, y
destellos multicolor, eran los fuegos artificiales que acompañados de la música
mexicana nos recordaron que la nuestra, la Independencia, es la fiesta que nos
reúne a todos con una sola idea: celebrar nuestra identidad y nuestro orgullo
más sentido: ser mexicano.