El sacerdote más pequeño

Hay muchos temas que asombran por su tamaño, objetos, lugares, incluso personas que día a día nos sorprenden por lograr contrastes entre su proporción física y su quehacer en la vida. 

Este es el caso del padre Raúl Valencia, párroco de la Iglesia de Santa Mónica en Douglas, Arizona, y que desde su altura máxima de 1 metro con 28 centímetros se dedica a alabar al altísimo promoviendo su palabra, pero antes de convertirse en cura el padre Raúl fue dentista, profesión que ejerció durante 11 años en México, aunque ya trabaja de cerca con jóvenes,  lo que lo llevaría a vivir un retiro personal que le cambió la perspectiva.

 "Jesús habla a través de las personas, yo empecé a discernir después de este retiro y lo interesante de esto es que, siendo dentista, yo me iba a casar, ahí donde me ven chiquito pero picoso, con anillo de compromiso, con la casa puesta pero Dios tenía sus planes"  

El padre Raúl empezó a sentir el llamado diariamente en su cabeza y su corazón, a lo que él pensaba estaba ya dando de si con servicios a personas sin dinero, con su trabajo con jóvenes, pero no fue sino hasta un año después que se decidió dejarlo todo para ingresar al seminario, incluso a la prometida con quien iba a casarse. 

Este sacerdote que hoy está totalmente entregado a su sacerdocio no ve su tamaño corporal como un impedimento sino como algo que causa impacto para bien.

 "Esto no es un impedimento, es una fuerza, es una herramienta fuerte para la gloria de Dios y hacer las cosas en su nombre"