Fernando Pérez, migrante nicaraguense, busca quedarse en Hermosillo
La falta de oportunidades de trabajo en Nicaragua fue el motivo por el que Fernando Pérez dejó su país natal el pasado 26 de diciembre para llegar a Estados Unidos con el fin de cumplir el sueño americano y mandarle dinero a su familia.
En Nicaragua dejó a su esposa, con quien tiene 10 años de casado y a su hija de 8 años de edad, así como a sus padres.
Fernando salió de su casa con mil dólares en efectivo para iniciar su travesía de llegar a Estados Unidos.
Viajó en autobús por toda Centroamérica y llegó el 29 de diciembre a Palenque, Chiapas, México. De ahí abordó varios camiones foráneos para atravesar en 10 días la República Mexicana.
El 9 de enero del 2023 llegó a Nogales, Sonora, en donde logró cruzar a Estados Unidos y llegar hasta Tucson, Arizona, ya que fue detenido por la policía migratoria y fue expulsado el día 16 del mismo mes hacia Sonora.
"Gracias a Dios estamos bien, siempre con la esperanza de construir un futuro mejor para nuestras familias, por eso estamos acá porque nuestro país no tiene las mejores condiciones en este momento", comentó.
Ese mismo 16 de enero fue trasladado por personal del Instituto Nacional de Migración (INM) hacia el albergue que se habilitó en el Gimnasio Ana Gabriela Guevara, en Hermosillo.
Fernando, de 36 años de edad, es ingeniero industrial y egresado de la Universidad de Managua. Quiere quedarse por un tiempo a trabajar en Hermosillo, ya que le gustó la capital sonorense por ser tranquila, por la amabilidad de su gente y por tener oportunidades laborales.
"También he estudiado inglés por años, entonces, tengo bastante dominio del inglés, y, sobre todo, del aspecto automotriz", comentó.