El instinto natural de supervivencia se hace presente el boulevard Quiroga, donde los centenares de garzas que ahí cohabitan pasan falta de agua y tempestades, casi al mismo tiempo.
Con el constante monitoreo de esta zona, que ha generado preocupación entre la ciudadanía, se le ha provisto de agua a las aves, sin embargo no toda la especie puede sobrevivir.
Pequeños polluelos solitarios, adultos graznando, tal vez de dolor, y huevos en el suelo que cuentan un poco cómo les fue con la fuerte lluvia de anoche.