La mayoría de las grandes empresas estadounidenses han optado por guardar silencio sobre el aborto, después de que el pasado día 2 se filtrara un borrador del Tribunal Supremo que, de salir adelante, supondría la ilegalización el aborto a nivel federal y dejaría su regulación a los estados, muchos de los cuales están legislando para prohibirlo.
Hasta el momento, solo un puñado de corporaciones se han posicionado a favor y algunas, como Amazon o Citigroup, han anunciado incluso medidas para apoyar a las trabajadoras que quieran abortar en estados en los que se han aprobado leyes restrictivas con el derecho al aborto.
Una larga lista de grandes corporaciones como Wallmart -la mayor cadena de supermercados del país-, las principales entidades financieras, las aerolíneas, empresas de entretenimiento como Walt Disney o gigantes tecnológicos como Microsoft han evitado tomar partido o dar su opinión.