Manolo Rodríguez Maurín, originario de Cananea, es hoy seminarista. Desde los cuatro años, sintió la llamada al servicio a la fe y al sacerdocio al asistir a una misa con su mamá.
El estudiante del Seminario Mayor de Hermosillo comentó que, a pesar del rechazo inicial de sus padres al tomar la decisión, se integró al centro de formación. Actualmente, lleva dos años en la primera etapa y le restan ocho años más.
"Yo quería estudiar Medicina, quería ir a Mexicali. Entonces, conocí a Dios y me di cuenta de que hay otra vida. Dije: el doctor te cura el cuerpo, pero hay algo más allá. Me di cuenta de que está la vida eterna. ¿Cómo puedo hacer para que alguien pueda curar el alma, las heridas?"
A sus 19 años, Manolo está decidido a ser sacerdote, con el compromiso de llevar la fe a todos los caminos, servir a la comunidad que más lo requiere y llevar un mensaje de paz.
En Hermosillo, actualmente hay 102 sacerdotes activos para una población que alcanza el millón de habitantes, lo que corresponde a poco más de 9,800 personas de atención por cada padre.
El sacerdote Gabriel Ruiz, formador del Seminario Mayor de Hermosillo, reconoció que hay un déficit de sacerdotes, no solo en su diócesis, sino a nivel global, y se debe a varios factores, como la falta de compromiso de por vida, la modernidad y los nuevos pensamientos materiales.
Comentó que cada año ingresan menos jóvenes al Seminario Mayor de Hermosillo, lo que impacta en el trabajo pastoral, incluyendo actividades como acompañamiento, misas, confesiones, dirección espiritual, atención de enfermos, pláticas, entre otras.
"Creo, al menos, que una de las causas que podríamos mencionar, entre muchas, es el miedo al compromiso. Podríamos decir, el compromiso eterno, a algo que me ligue a una decisión eterna. Decir 'sacerdote para siempre' implica comprometerse a algo eterno, y quizás ahora lo quiera, pero no sé si dentro de dos o tres años seguiré queriéndolo".
En Hermosillo, de un promedio de 70 seminaristas que ingresaban antes del 2020, para este 2024, solo se tienen 28 en formación, con un programa que dura 10 años en sus tres etapas.